lunes, 24 de agosto de 2009

Loki y el Gigante

Durante la guerra entre los Aesir y los Vanir, Asgardr había perdido sus murallas. Un día, vino un hombre a caballo y ofreció construir una muralla más fuerte que la anterior. Sin embargo, el precio por su trabajo era el sol, la luna, la diosa Freyra como esposa. Por consejo del artero dios Loki, los dioses acceden, pero solo acondición de que la obra se realice en seis meses (algo que, naturalmente, consideraban imposible).
Pese a esto, el hombre y su caballo, Svadilfari, trabajron con tal rapidez que la obra fue acabada tres días antes del plazo. Los dioses estaban aterrados, por lo que Loki, que podía transformarse, adoptó forma de yegua y logró alejar a Svailfari para que el hombre fuese incapaz de terminar a tiempo la muralla.
El hombre se enojó entonces tanto que empiezó a crecer y crecer y a mostrar que en realidad era un gigante de las rocas, una estripe que odiaba a los dioses. Entonces Thor le da muerte con un golpe de martillo.
Meses después, Loki regresó con un extraño potrillo, engendrado por Loki y Svadilfari. Se trataba de Sleipnir, el futuro caballero de ocho patas de Odín, que corría más que nada en el mundo y podía llevar a us jinete hasta Hel, la tierra de los muertos.

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